Cata de Vinos en la Toscana: ¡Por Qué No Puede Faltar en Tu Viaje!

La Toscana es uno de esos destinos conocidos por sus pueblos medievales en lo alto de las colinas, iglesias históricas, arte, comida y, por supuesto, vino. Así que en mi viaje más reciente a esta hermosa parte de Italia, decidí hacer una pausa en la exploración de los increíbles pueblos y enfocarme solo en el vino. Y después de esta experiencia, aquí te cuento por qué hacer una cata de vinos en la Toscana es algo que no te puedes perder.

Mi Base en la Toscana: Arezzo

Mi base para explorar la Toscana fue Arezzo, una joya atemporal en el corazón de la región. Esta ciudad combina su pasado medieval con el ritmo vibrante de la cultura contemporánea. Y fue así como descubrí Villa La Ripa, ¡y qué bueno que lo hice!

Villa La Ripa: Una Bodega Llena de Historia

Villa La Ripa tiene una historia larga y rica, que se remonta al siglo II. A lo largo del tiempo, la villa pasó por muchas manos, cada una dejando su huella. Durante el Renacimiento, llegó la familia Gualtieri, poetas y viticultores reconocidos, quienes le dieron al lugar su aspecto actual.

En el siglo XX, la familia Bucchi cultivó las viñas más antiguas de la propiedad, algunas de las cuales todavía florecen hoy. Y en 1992, la familia Luzzi restauró la villa a su antigua gloria. Liderados por el neurólogo Saverio Luzzi, fusionaron tradición e innovación para crear vinos excepcionales mediante un enfoque científico y meticuloso.

Así que cuando visitas este lugar, no solo estás probando vino estás probando historia.

La Experiencia: Íntima, Auténtica y Deliciosa

Tuve la suerte de visitar en un día tranquilo solo éramos tres personas en el grupo. Eso hizo que la experiencia fuera súper íntima y personalizada.

Nuestro anfitrión, Marius, nos llevó a través de las nuevas instalaciones de la bodega y nos explicó todo el proceso de producción del vino. Y para ser sincero… es mucho más trabajo del que imaginaba.

Confieso que no soy un experto en vinos, y nunca me había interesado mucho. Pero después de conocer el esfuerzo que implica cada botella, desde la cosecha de las uvas hasta el momento de servirla, ahora veo el vino con otros ojos.

Almuerzo y Cata: Un Momento Inolvidable

Ahora hablemos del almuerzo y la cata de vinos sin duda, lo mejor del día. Gracias al grupo reducido y al clima espectacular, pudimos disfrutar del almuerzo al aire libre, entre las viñas. Fue realmente de postal.

Esto fue lo que degustamos:

• Zero Problem – un vino espumoso

• Spaziolibero – un rosado

• Namaste – un vino blanco

• Psyco – un vino tinto

Cada vino venía acompañado de un platillo diferente, comenzando con el aceite de oliva virgen extra de la casa. Marius nos explicó que lo extraen cuando las aceitunas aún están verdes, lo que le da un aroma y un sabor muy intensos me encantó ese sabor fuerte.

Luego llegó una tabla de embutidos con carnes y quesos. Normalmente no soy fan del queso, ¡pero el pecorino con trufa fue una maravilla!

Después vino el plato principal: una lasaña casera, rica y deliciosa. Y para cerrar, un dulce de almendra y un espresso. En serio, no hay nada más italiano que esto.

Un Paseo Entre Viñedos

Después del almuerzo, pudimos dar un paseo entre las viñas y echar un vistazo a la villa de los propietarios, que también es su casa. ¿La verdad? Esto es lo que uno sueña cuando piensa en Italia.

Fue una forma perfecta de darle variedad y sabor a un viaje lleno de arte e historia.

Reflexiones Finales (¡Y Sí, el Precio!)

Ah, casi olvido lo mejor: ¡el precio! Toda esta experiencia costó solo 55 euros por persona.

Así que si estás planeando un viaje a la Toscana, reserva esta actividad. Aunque todavía tengo que entrenar mi paladar para detectar todos los matices del vino, después de esta experiencia me siento con más confianza y muchas ganas de seguir probando catas.

Aquí te dejo el enlace directo si quieres reservar directamente con Villa La Ripa:
👉 https://www.villalaripa.it/en/